miércoles, 6 de noviembre de 2013

El TSJ confirma la ilegalidad de una antena de telefonía en la plaza Ribera de Castilla

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha resuelto en contra del recurso de apelación interpuesto por la empresa de telecomunicaciones Vodafone y ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Contencioso número 4 de Valladolid la anulación de las licencias de instalación de una estación base de telefonía situada sobre un edificio de la plaza Ribera de Castilla de la ciudad.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha resuelto a favor de la Asociación Vecinal Rondilla el recurso de apelación interpuesto por la empresa de telecomunicaciones Vodafone y confirma la del Juzgado de lo contencioso-administrativo nº 4 de Valladolid de 22 de noviembre de 2012, que falló como no ajustada a derecho la instalación de una estación base de telefonía de esa empresa en el edificio de la plaza Ribera de Castilla 12 y 13, en el barrio de la Rondilla, con imposición de costas a Vodafone.
El Tribunal, en sentencia del 14 de octubre, declara «la nulidad de las licencias concedidas por el Ayuntamiento de Valladolid, tanto la de obras como la ambiental, acordando, como consecuencia necesaria de la invalidez de las licencias, la clausura de lo instalado y la demolición de lo construido y ello sin perjuicio de lo que pueda resultar de las actuaciones que el Ayuntamiento pueda llevar a cabo para restaurar la legalidad urbanística y ambiental».
La Asociación Vecinal ha presentado un recurso de apelación ante el mismo Tribunal para clausurar y desmantelar, por las mismos motivos de la sentencia ahora emitida, una segunda estación de telefonía móvil de Telefónica existente en el mismo edificio.
El TSJ confirma la ilegalidad de una antena de telefonía en la plaza Ribera de Castilla
 
Igualmente, luego de continuadas resoluciones administrativas del Ayuntamiento, se ha resuelto favorablemente la denuncia de la Asociación de instalación clandestina de telefonía móvil, una del tipo denominado picoantena, camuflada en un local en el número 45 de la calle Cardenal Torquemada, que ha cesado en su actividad y desmantelada.

Con anterioridad, fue desmantelada voluntariamente otra detectada en la calle de Las Moradas, una vez informado el propietario del comercio, de los negativos efectos sobre la salud, también para la suya y de sus clientes. Una segunda, en la misma calle, instalada en un supermercado, ha sido desconectada y no emite, aunque sigue instalada.

«Esta circunstancia de camuflaje es habitual para eludir la obligada petición de autorización al Ayuntamiento y emitir clandestinamente sin control alguno, ya que prácticamente son invisibles. No obstante, con equipos detectores adecuados, la Asociación peina periódicamente las calles del barrio para localizar los puntos negros de emisión de ondas electromagnéticas. La cercanía y exposición a todo tipo de antenas de telefonía móvil (las situadas en los tejados y las camufladas en los letreros de los comercios) incrementa en las personas problemas neurológicos y multiplica el riesgo de padecimiento de cáncer», explica la asoaciación.

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